Así quiere Pablo Iglesias dejar el Valle de los Caídos tras dinamitar la cruz
Podemos ha presentado este viernes su propuesta para el Valle de los Caídos, que va más allá de la exhumación de los restos de Franco que pretende el Gobierno, y que, entre otras polémicas medidas, incluye la de dinamitar la cruz, sin duda, su símbolo más característico.
La formación expone sus planes iniciales en un informe titulado ‘Exhumar el franquismo. Recuperemos el Valle de Cuelgamuros para la democracia’, dirigido por el historiador Jordi Guixé.
En las fotografías que ilustran el documento se muestra una primera propuesta, sin duda impactante, para «rediseñar» el espacio. En ella, la cruz aparece hecha añicos y los restos, esparcidos por las explanadas del conjunto monumental. El informe lo presenta como una «intervención integral» sobre el Valle, con «derribo de la cruz y tratamiento de dignificación de la ruina para su exposición pública en las explanadas».
El objetivo de la formación es que el «residuo gravoso» resultante del derribo de este símbolo, de 150 metros de altura, sirva para un nuevo monumento «de dignificación y respeto a las víctimas».
Esa primera propuesta, con los restos por el suelo, se dice en el documento, simboliza «una reflexión sobre el triunfo de la democracia (por fin…) sobre la dictadura». El autor matiza que es una «idea» de las muchas que pueden surgir en un proceso de debate colectivo.
El partido podemita considera que “el actual Valle de los Caídos representa el asesinato, la represión y la barbarie de una dictadura” y apuesta por abrir un concurso público internacional-en el que puedan participar asociaciones de memoria histórica y víctimas-para recoger las distintas propuestas.
Podemos califica de «fundamental» que el espacio «sea desprovisto de la simbología franquista tanto en el interior como en el exterior, incluida la unión de la cruz y la espada”.
Además, defiende que “es imprescindible la desacralización del espacio y su total recuperación, incluida la basílica”. “Para ello, se debería revisar los acuerdos de 1979 entre el Estado español y la Santa Sede, que el otorgan el control de la basílica a los religiosos. Esto no conllevaría apartar y eliminar la simbología religiosa que se haya actualmente en el lugar, sino dar a Patrimonio Nacional un control total sobre el espacio”, explican en sus documentos.
Evitar el «culto» a Franco
La formación pretende evitar además que el nuevo emplazamiento del cuerpo del dictador se convierta en un “lugar de culto al franquismo” y cree que se debe establecer un “plan de gestión específico” para “eliminar de raíz cualquier posibilidad” de que “los nuevos emplazamientos del cuerpo del dictador se puedan convertir en un punto de peregrinaje del franquismo”. “Como pasa actualmente con los restos del fascista Benito Mussolini en el municipio de Predappio, donde yacen desde 1957”, añade el partido.
“Este ritualismo, prolongado en el tiempo y en periodo democrático por algunos nostálgicos, debe ser eliminado. Por ello, la propuesta es también que la familia se haga cargo de decidir en qué tumba privada prefieren enterrarlo”, considera Podemos.
Bajo el epígrafe ‘Un Valle sin caídos’, Podemos distingue entre tres tipos de víctimas y establece los rituales que se llevarán a cabo tras la exhumación de sus cuerpos.
Así, destaca que, en el caso de los “represaliados de la dictadura franquista y trasladados, sin conocimiento ni consentimiento de sus familiares, de las fosas comunes”, es “fundamental” que el Estado “asuma la judicialización de los procesos de exhumación de cara a que la Policía y el Instituto de Medicina Legal tutelen las exhumaciones de los cuerpos”. Así, según Podemos, debe ser el Estado el que asuma en su totalidad la identificación de los cuerpos.
La formación propone también la construcción de un “ceremonial” en el Valle para enterrar los cuerpos cuando sus familiares no puedan ser localizados o no se hagan cargo. Podemos quiere que ese espacio “recuerde cómo murieron y cómo se llevó a cabo la construcción del Valle de los Caídos”.